Historias, leyendas, fotos y videos de gran canaria, conocenos un poquito mas, y, como no, cositas del mundo y del corazon con un poquito de musica para recordar.
viernes, 17 de mayo de 2013
CANARIAS
Cantan los vates isleños
las glorias de la conquista,
y olvidan los gratos nombres
de sus héroes y heroínas.
las glorias de la conquista,
y olvidan los gratos nombres
de sus héroes y heroínas.
Aquellos aventureros
que ensangrentaron las islas
(y después América)
y legaron a la historia más que proezas, rapiñas.
y legaron a la historia más que proezas, rapiñas.
Con su Fernández de Lugo
y su brioso Buendía no merecen los
aplausos
ni la admiración sentida
que mi corazón tributa
lleno de melancolía.
ni la admiración sentida
que mi corazón tributa
lleno de melancolía.
A Bencomo y a Tinguaro
y a la hermosa Guayarmina
(....)
paguemos tributo
de admiración y justicia
a los que honraron la patria
dando por ella la vida.
Nicolás Estévanez y Murphy
MAIMENES
CANARIAS IV
La
patria es una peña,
la patria es una roca,
la patria es una fuente,
la patria es una senda y una choza.
Mi patria no es el mundo;
mi patria no es Europa;
mi patria es de un almendro
la dulce, fresca, inolvidable sombra.
A veces por el mundo
con mi dolor a solas
recuerdo de mi patria
las rosadas, espléndidas auroras.
A veces con delicia
mi corazón evoca,
mi almendro de la infancia,
de mi patria las peñas y las rocas.
Y olvido muchas veces
del mundo las zozobras,
pensando de las islas
en los montes, las playas y las olas.
A mí no me entusiasman
ridículas utópias,
ni hazañas infecundas
de la razón afrenta, y de la Historia.
Ni en los Estados pienso
que duran breves horas,
cual duran en la vida
de los mortales las mezquinas obras.
A mí no me conmueven
inútiles memorias,
de pueblos que pasaron
en épocas sangrientas y remotas.
La sangre de mis venas,
a mí no se me importa
que venga del Egipto
o de la razas célticas y godas.
Mi espíritu es isleño
como las patrias rocas,
y vivirá cual ellas
hasta que el mar inunde aquellas costas.
La patria es una fuente,
la patria es una roca,
la patria es una cumbre,
la patria es una senda y una choza.
La patria es el espíritu,
la patria es la memoria,
la patria es una cuna,
la patria es una ermita y una fosa.
Mi espíritu es isleño
como las patrias costas,
donde la mar se estrella
en espumas rompiéndose y en notas.
Mi patria es una isla,
mi patria es una roca,
mi espíritu es isleño
como los riscos donde vi la aurora.
la patria es una fuente,
la patria es una senda y una choza.
Mi patria no es el mundo;
mi patria no es Europa;
mi patria es de un almendro
la dulce, fresca, inolvidable sombra.
A veces por el mundo
con mi dolor a solas
recuerdo de mi patria
las rosadas, espléndidas auroras.
A veces con delicia
mi corazón evoca,
mi almendro de la infancia,
de mi patria las peñas y las rocas.
Y olvido muchas veces
del mundo las zozobras,
pensando de las islas
en los montes, las playas y las olas.
A mí no me entusiasman
ridículas utópias,
ni hazañas infecundas
de la razón afrenta, y de la Historia.
Ni en los Estados pienso
que duran breves horas,
cual duran en la vida
de los mortales las mezquinas obras.
A mí no me conmueven
inútiles memorias,
de pueblos que pasaron
en épocas sangrientas y remotas.
La sangre de mis venas,
a mí no se me importa
que venga del Egipto
o de la razas célticas y godas.
Mi espíritu es isleño
como las patrias rocas,
y vivirá cual ellas
hasta que el mar inunde aquellas costas.
La patria es una fuente,
la patria es una roca,
la patria es una cumbre,
la patria es una senda y una choza.
La patria es el espíritu,
la patria es la memoria,
la patria es una cuna,
la patria es una ermita y una fosa.
Mi espíritu es isleño
como las patrias costas,
donde la mar se estrella
en espumas rompiéndose y en notas.
Mi patria es una isla,
mi patria es una roca,
mi espíritu es isleño
como los riscos donde vi la aurora.
MAIMENES
jueves, 16 de mayo de 2013
CANARIAS III
Con las atlánticas brisas
llegó hasta Europa la
fama
de las deliciosas vegas
de las siete islas hermanas.
Oscuros aventureros
y valentones de daga,
soñaban como era moda
en las conquistas lejanas;
y levantando bandera
para las Afortunadas,
partieron a la conquista
en NOMBRE DEL REY DE ESPAÑA.
Un caballero normando que Betencur se llamaba,
fue el primer conquistador
que desembarcó en sus playas;
y después otros caudillos y repetidas armas,
combatieron en las islas
con furia hasta conquistarlas.
Dominaron y vencieron con perfidias y matanzas,
valiéndose de la astucia
y de sus mejores armas;
pero les costó más tiempo que a César rendir las galias,
que Aníbal vencer a Roma
y a Alejandro toda el Asia.
En la epopeya de un siglo
de la defensa canaria,
cien veces los invasores
perdieron las esperanzas;
y mientras hubo un isleño
hubo resitencia brava,
pues todos dieron la vida
por la independecia patria.
Y cuando los invasores
pusieron al fin su planta
al cabo de una centuria
en el monte de Guajara,
no quedaba a los isleños
ni una flecha en sus aljabas,
ni perdernal en sus cuevas
para puntas de sus lanzas.
Castillos hay desde entonces
en las poéticas playas,
y no resuena en los riscos
de los pastores la flauta.
Desde entonces por las cumbres
no va el montañés de caza,
ni la indígena matrona
mora libre en su cabaña.
Todos son esclavos viles
en aquella tierra ingrata,
del hacendado los unos,
los otros de la ignorancia.
Nadie esgrime por la gloria
las libertadoras armas,
que las razas ennoblecen
y el espíritu levantan.
¡¡¡Malhaya el mercantilismo
que envilece y degrada,
maldito el normando sea
de las deliciosas vegas
de las siete islas hermanas.
Oscuros aventureros
y valentones de daga,
soñaban como era moda
en las conquistas lejanas;
y levantando bandera
para las Afortunadas,
partieron a la conquista
en NOMBRE DEL REY DE ESPAÑA.
Un caballero normando que Betencur se llamaba,
fue el primer conquistador
que desembarcó en sus playas;
y después otros caudillos y repetidas armas,
combatieron en las islas
con furia hasta conquistarlas.
Dominaron y vencieron con perfidias y matanzas,
valiéndose de la astucia
y de sus mejores armas;
pero les costó más tiempo que a César rendir las galias,
que Aníbal vencer a Roma
y a Alejandro toda el Asia.
En la epopeya de un siglo
de la defensa canaria,
cien veces los invasores
perdieron las esperanzas;
y mientras hubo un isleño
hubo resitencia brava,
pues todos dieron la vida
por la independecia patria.
Y cuando los invasores
pusieron al fin su planta
al cabo de una centuria
en el monte de Guajara,
no quedaba a los isleños
ni una flecha en sus aljabas,
ni perdernal en sus cuevas
para puntas de sus lanzas.
Castillos hay desde entonces
en las poéticas playas,
y no resuena en los riscos
de los pastores la flauta.
Desde entonces por las cumbres
no va el montañés de caza,
ni la indígena matrona
mora libre en su cabaña.
Todos son esclavos viles
en aquella tierra ingrata,
del hacendado los unos,
los otros de la ignorancia.
Nadie esgrime por la gloria
las libertadoras armas,
que las razas ennoblecen
y el espíritu levantan.
¡¡¡Malhaya el mercantilismo
que envilece y degrada,
maldito el normando sea
(el castellano
también)
y maldita sea su raza!!!
y maldita sea su raza!!!
Nicolás Estévanez y Murphy
maimenes