Aunque el cachalote es una especie frecuente en las islas, los concimientos sobre su biología, distribución y estatus son escasos.
Los datos científicos que recopilarán WWF, SECAC y Obra Social Caja Madrid serán decisivos para adoptar medidas de conservación para la especie.
Por otra parte las instituciones pondrán en marcha acciones educacitvas y de concienciación social, que no sólo ayuden a comprender mejor a estos grandes desconocidos, sino que pongan freno a las amenazas que planean sobre su futuro y garanticen su superviviencia.
El estudio del cachalote se desarrollará en la costa oriental de Fuerteventura y Lanzarote durante dos años, así como en el canal entre Tenerife y Gran Canaria y contará con el trabajo de diversos expertos en biología marina y de los cetáceos, que desarrollarán su labor a bordo de las embarcaciones de SECAC.
Durante las campañas de investigación se llevarán a cabo censos visuales y acústicos, foto-identificación de ejemplares, estudio de los movimientos, estudio del tráfico marítimo y reacción de los cachalotes a las embarcaciones.
Estas acciones se complementarán con un programa de divulgación y sensibilización a la población local a través de la difusión en medios de comunicación, jornadas de puertas abiertas o talleres con expertos. Especial atención se pondrá en los niños, para los que se elaborará un programa educativo on-line, visitas a los centros educativos concursos escolares, etc
Con este proyecto deseamos que los canarios y sus visitantes conozcan la presencia de cachalotes en sus aguas, que su supervivencia esté garantizada y que la navegación se realice sin riesgo de colisión con cachalotes u otros cetáceos.
El cachalote en Canarias
Las primeras citas de cachalote en Canarias datan de 1715, concretamente del varamiento de un individuo en la isla de La Gomera.
La presencia de poblaciones estables de cachalote en las Islas Canarias había pasado desapercibida hasta finales de los ochenta en que gracias a un estudio exhaustivo de Vidal Martín, presidente de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario (SECAC), durante siete años, examinando los cetáceos varados, reveló una presencia importante de individuos de esta especie en las islas.
Estos estudios, y otros posteriores, han demostrado la presencia en las islas de grupos estables de hembras adultas acompañadas de sus crías, así como, hembras y machos jóvenes, y subadultos. Pero todavía desconocemos el tamaño de lapoblación total, su distribución exacta, aspectos de su vida, o su estado de conservación.
Los canales oceánicos existentes entre las islas, de hasta 3000 metros de profundidad, son importantes para estas especies debido a que suelen estar asociadas a un aumento de la productividad local y a que presentan características que contribuyen a la agregación de presas potenciales favoreciendo la presencia de los cachalotes.
El grueso de su población parece encontrarse en las aguas entre Tenerife y Gran Canaria y las islas de Fuerteventura y Lanzarote.
En estas islas parece existir una mortandad ligada a la estación reproductora, a juzgar por los datos obtenidos de los pocos ejemplares de cachalotes estudiados tras su varamiento.
WWF
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