Muhammad Idris al-Mahdi al-Senusi, Idris I, fue el promotor de una constitución que otorgaba amplios poderes al parlamento, reformó el país, lo acercó a Occidente, y esa, entre otras, fue la causa que hizo crecer su impopularidad entre los más radicales pro árabes
Un grupo de oficiales, a la cabeza Muamar el Gadafi, que hoy gobierna este país, le mandó al exilio, pues aprovecharon que Muhammad Idris había ido a Turquía para una operación de ojo, pasando a hacer un periplo por el mundo, contando con varias esposas pero sin llegar a tener ningún hijo varón este falleció en 1983, entre acusaciones de corrupción y apropiación indebida. Ahora, en el 2011, la bandera tricolor con la media luna y la estrella que él instauró, vuelve a ondear en Libia.
Sus herederos pasaron al exilio con los bolsillos llenos de petrodólares, Ana María e Idris viven en una villa en Saint Tropez, donde invitan a dirigentes mundiales para conseguir apoyo en su lucha por la corona, también tienen una mansión en el l elegante barrio de Parioli, de Roma,
dos sobrinos de Idris I se disputan el trono que muchos apuntan que debería recuperarse para estabilizar el país. Se llaman Muhammad al-Senusi e Idris al-Senusi, a quien el clan al-Senusi y los consejos tribales de la nación consideran como el mejor candidato posible para restaurar la monarquía en Libia
Ana María hoy se llama Princesa Anna María al-Senusi, tuvo de su esposo un hijo varón, Khalid al-Senussi., de 24 años, pasando este a ser príncipe heredero, en febrero del 2011 Idris al-Senusi, en un discurso público anuncia su intención de regresar a su país.
La Bandera tricolor, con la media luna, vuelve ahora a ondear en Libia en manos de los que quieren que Gadafi se marche, pero hay un problema para poder reinar Idris, este tiene un primo Muhammad al-Sanusi que también reclama el trono y un tribunal británico le ha dado la razón.
En las revistas de sociedad de Washington y Roma aparece de manera recurrente esta misteriosa mujer de cincuenta años, Ana María siempre aparece de manos de su esposo el príncipe Idris , hombre millonario, intrépido, polémico y noble, su vida esta envuelta en una nebulosa, de Ana María se dice que proviene de de una de las ramas de la familia Quiñones de León, una de las más aristocráticas de España, mas ningún experto en genealogía la conoce, solo salió de ella en España en el momento de su boda un articulo en el Hola.
Entre príncipes y Grandes Empresarios se mueve Ana María de quien dicen los que la conocen es una mujer Bella, amable y brava, del príncipe comentan que es un hombre de costumbres mundanas, muy religioso y que ni fuma ni bebe vino, también la presencia de esta pareja es habitual en cócteles de Washington, donde se relacionan con el poderoso mundo empresarial,
Ellos viven de sus explotaciones petrolíferas y participa en empresas de inversión y energéticas en Estados Unidos y China. Recientemente aparecieron en una gala en la embajada de Marruecos: la princesa mantiene una buena relación con la mujer del diplomático alauita, pero con todo ello nada se habla sobre Ana María ni en la alta burguesía Española, tampoco ha sido vista en fiestas Reales.
Idris con el afán de hacerse nuevamente con la monarquía de Libia trató de ponerse al frente de los grupos armados que había entrenado Estados Unidos para derrocar a Gadafi, como publicó 'The New York Times' en la década de los noventa. Y no lo consiguió. Así que empleo una nueva estrategia: hacerse fuerte en los círculos europeos y postularse como heredero para, según informes de inteligencia, aliarse con el dictador libio y llevar las riendas de una supuesta restauración monárquica.
Pero se le torció el plan. Comenzó un enredo de intrigas y juicios de los que el matrimonio fue protagonista y que llegó con sus tentáculos al mismísimo Parlamento inglés. El príncipe Idris había tejido una carísima red de influencias: logró que 41 miembros de la Cámara Baja firmaran una adhesión de apoyo a su candidatura como heredero al trono libio. Hubo contratos millonarios con empresas de relaciones públicas, viajes a la Costa Azul y comidas en los clubes más prestigiosos de Londres. Y el asunto acabó en los tribunales, El juicio se convirtió en un bosque impenetrable de herederos y parientes del que salió ganador Muhammad al-Sanusi, un primo lejano y rival en su carrera a la corona, un hombre que alienta desde las televisiones la revuelta libia y asegura que está «preparado para volver». Idris quedaba entonces relegado en su carrera a la monarquía, al papel del impostor, aunque no se rinde tan fácilmente y en las fiestas de Washington y Roma siga siendo «su alteza real el príncipe». Y Ana María, la princesa.
Esta es la historia de una mujer Española que se caso con un príncipe Libio y que la historia dirá que ha de pasar, será Reina o quedara como pariente del futuro Rey de Libia o simplemente en el árbol genealógico de la casa real?, pues solo el pueblo tiene la respuesta a esta pregunta, pero es curioso que en España nada se hable estos días de Ana María, ahora que el país esta en primera pagina.
maimenes
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