La
esencia de la vida se evaporó en un instante que me partió
eternamente,…
un
segundo acumulado de millones de pasados,.. de presentes sin futuros,.. sin
derechos,…
exánimes
antes de nacer,… sólo dos palabras bastaron para que lo incierto se llenara de
vacío,…
e
ilusiones vendidas a mañanas inertes,… para que el alma iniciara una danza
grotesca suicidando sentimientos,….
arrastrando
sin titubeo todo aquello que le daba sentido a querer sentir,… ni siquiera las
lágrimas asomaban por no ofender al dolor,….
un
dolor tan denso que se incrustó en las entrañas y se fundió con el aire
respirado,.. por respirar,…
que
provocaba yagas en el aliento,… que llenaba de heridas incluso el más nimio
atisbo de una esperanza sentenciada,…
maldita,…
penada en la hoguera de lo olvidado,… tanto tiempo ha pasado,… o tan poco,… no
lo sé,…
los
momentos volaron junto a las ilusiones,… dejando sólo minutos que van
descontando días,…
mi
prisión sigue siendo la vida,… la condena la espera,…. la libertad la
muerte,…
sólo
dos palabras bastaron,… por dichas,… por calladas,… por no entendidas,... hasta
siempre,…..
PD: Dios no me quiere y el Diablo me tiene miedo.
José Ramón Marcos Sánchez
PD: Dios no me quiere y el Diablo me tiene miedo.
José Ramón Marcos Sánchez
maimenes
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