sábado, 28 de abril de 2012

VIRGENCITA DE LA CARIDAD DEL COBRE





Andres Bejerano




La Caridad del Cobre: Ochún, La Mensajera de Olofi.


La Patrona de Cuba: para unos, La Caridad del Cobre de la religión católica, para otros, la alegre y mitológica Ochún del panteón Yoruba.


Su amor alcanza a todos, no hace distinciones. Ama a sus hijos, lo mismo Cachita que Yyalode, va de hospitales a carreteras, cruza el mar en su legendaria barca, desde La Iglesia de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba a La Ermita de La Caridad en Miami.


La he visto también en su constante peregrinar en la ciudad de Los Angeles, en Latinoamérica, Europa y Asia y por supuesto en mi vieja y bella Habana.


"CUENTAN QUE CUENTAN" nuestros ancestros, que siglos atrás, la "Ochún Kolé Kolé" voló al cielo y llegó a donde otros no pudieron, el palacio donde reinaba Olofi, Dios supremo de la religión Yoruba. Trataba la Yyalode de interceder a favor de los hombres. Salvó así, de epidemias, hambre y guerras a la raza humana.


Contaba también Lydia Cabrera en su libro Yemayá Ochún un patakí sobre cómo Ochún en uno de sus muchos avatares, Salvó a Babalú Ayé (San Lázaro). Decía también que por su marcado sincretismo este patakí debió originarse en Cuba:


Babalú Ayé era muy mujeriego y andaba continuamente de juerga en juerga, incapaz de someterse a la vida ordenada que le aconsejaban sus mayores. Un jueves Santo, Orula el adivino, le pidió que al menos esa noche se recogiera al buen vivir.


Babalú Ayé sin atender al consejo de Orula, se fue de juerga con una de sus muchas amantes, al día siguiente Babalú amaneció con todo su cuerpo cubierto de llagas y murió. Todas las Diosas Yorubas acudieron a Olofi a pedir clemencia por el desobediente, pero ninguna logró nada. Fue entonces, que la astuta Ochún Kolé, llamó a la "Ochún Yeyé Moró", la más disipada de todas, la bella entre las bellas, para que regara su miel por el palacio de Olofi,.


No se hizo esperar el efecto.


Olofi curioso, llamó a todas la diosas, pero ninguna había sido la responsable de tan dulce ardid. Orula entonces le hizo notar que faltaba Ochún, a la que mandó a buscar y preguntó por el bendito néctar.


- Esa es mi oñí, mi miel. Respondió Ochún


- ¡Quiero más ! Le dijo Olofi.


- Devuélvele la vida a Babalú Ayé y te daré más Oñí. Dijo con gracia la bella Ochún.


Cuenta entonces la leyenda, que gracias a Ochún Yeyé Moró y a Ochún Kolé Kolé, la mensajera, Olofi resucitó a Babalú Ayé.


Cuentan también, que La Virgen de Regla, Yemaya; Patrona de La Habana, la verdaderamente dueña de todas las riquezas y madre de todos los orichas, salvó a Ochún, que despojada de todo su esplendor, fue arrastrada por la turbulentas corrientes de un río revuelto.


Muchos mitos y leyendas podríamos contar, cada uno más sorprendente y bello que otro.


Sólo me queda dar las gracias a mi Cachita, mi Yyalode, la más compasiva de todos los orishas, por ser mi dulce guardiana. Y pedirle con fe, que en estos tiempos de angustia, este 8 de Septiembre, escuche el ruego de mis hermanos cubanos.


maimenes