domingo, 10 de julio de 2011

LOS DIRIGIBLES GRAF ZEPPELIN Y EL HINDENBURG SOBRE CANARIAS



El 6 de mayo de 1937, el dirigible alemán Hindenburg se incendió mientras intentaba aterrizar en Lakehurst, Nueva Jersey, tras un largo viaje transatlántico. Murieron 36 de las 97 personas que viajaban a bordo. Aunque las causas de su destrucción nunca estuvieron del todo claras durante uno de los primeros vuelos transatlánticos de dirigibles de aquel año,
El Hinderbung fue en su día el mayor dirigible rígido construido por el hombre: estaba fabricado de duraluminio, medía 245 metros de largo y en su interior 16 bolsas independientes de hidrógeno eran capaces de elevar la aeronave gracias a 200.000 metros cúbicos de gas en su interior. Su velocidad punta era de 135 kilómetros por hora, gracias a cuatro poderosos motores diesel. Por desgracia, el hidrógeno que se usaba era altamente inflamable. La alternativa era el helio, pero los alemanes no podían usarlo en aquel momento debido a un embargo por parte de Estados Unidos.
El accidente del Hindenburg marcó el final de la flota alemana de dirigibles comerciales.
Así los dirigibles Graf Zeppelín y Hindenburg, fueron vistos sobre Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, siendo esta visión una gran sorpresa y teniendo gran expectación sobre los isleños, que al verlos muchos de ellos no sabían de que se trataba, mientras los pasajeros que iban en ellos disfrutaban de nuestros paisajes, cuentan los ya mayores que los contemplaron, cuantas exclamaciones!!! al verlos sobre todo cuando al llegar a la zona del aeropuerto de Gando, en Las Palmas, asomaban su morro, sobre la montaña de la playa de Gando.
En 1936, también comenzó a aparecer sobre Canarias el Hindenburg, 10 metros más largo que su predecesor, de mayor diámetro y con capacidad para 50 pasajeros. Por entonces, los zeppelines no efectuaban ni escalas ni ningún servicio en las Islas. El estallido de la Guerra Civil provocó que su presencia en el Archipiélago no fuera una simple visita turística. Debido a las gestiones realizadas por el gobierno de los alzados contra la República, los alemanes accedieron a hacerse cargo de correo aéreo con el Archipiélago, para evitar la falta de comunicación por avión que padeció en las primeras semanas del conflicto. Estos servicios incluirían tanto a los aviones de Lufthansa como a los dos dirigibles que ya cruzaban sobre las Islas.
El Graf Zeppelin y el Hindenburg comenzaron a detenerse así sobre Gran Canaria para dejar caer sacas de correo. Este tipo de conexiones se mantuvo hasta mayo de 1937, fecha en la que el Hindenburg explosionó en su escala en Lakehurst (Nueva York), con lo que ya dejaron de verse en los cielos Canarios.
maimenes

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